“El ser humano es esta noche, esta nada vacía, que lo contiene todo en su simplicidad -una riqueza inagotable de muchas representaciones, múltiples, ninguna de las cuales le pertenece- o está presente. Esta noche, el interior de la naturaleza, que existe aquí -puro yo- en representaciones fantasmagóricas, es noche en su totalidad, donde aquí corre una cabeza ensangrentada -allá otra horrible aparición blanca, que de pronto está aquí, ante él, e inmediatamente desaparece. Se vislumbra esta noche cuando uno mira a los seres humanos a los ojos -a una noche que se vuelve horrible.”
¿Qué mejor descripción podríamos ofrecer del poder de la imaginación en su aspecto negativo, destructor, desmembrador, como poder que dispersa la realidad continua en una multitud confusa de objetos parciales, apariciones espectrales de lo que en realidad solo son partes de un organismo mayor?”
Zizek, S., El espinoso sujeto, Buenos Aires, Paidós, 2001.
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Citas de Aragüés Juan Manuel, Deleuze (1925-1995), Madrid, Ediciones del orto, 1998.
lo único que permanece es la voluntad de construir el pensamiento p. 14
la pretensión deleuziana es la de encontrar los bordes de la filosofía occidental, los márgenes en los que el pensamiento ha podido huir de la imagen dominante del pensamiento, la que el califica como imagen dogmática del pensamiento. 17
A través de ellos [Platón, Aristóteles, Kant y Hegel] se ha perfilado una filosofía de la transcendencia y un pensamiento de lo Mismo en el que toda diferencia es remitida a mía reconciliación o condenada como anómala a la foucaultiana nave de los locos. 17
La imagen dogmática del pensamiento se caracteriza por tres rasgos, que Deleuze enuncia en su Nietzsche y la filosofía pero sobre los que volverá a lo largo de su obra. Estos tres rasgos son: 1° Pensar es el ejercicio natural de una facultad en el que debe expresarse el sentido común. A través del pensamiento es posible, si se efectúa de manera correcta, alcanzar la Verdad; 2° El error es efecto de elementos extraños al pensamiento, tales como pasiones o intereses. Existe un pensar recto del que hemos sido desviados; 3° Basta con un método para pensar bien, el pensamiento no es sino una técnica que como tal debe ser correctamente aplicada {NF, 146). 17-18
Los dos rasgos de la imagen dogmática del pensamiento son el trascendetalismo platónico y la dialéctica hegeliana.
«Andar con los pies en el aire -reprocha Deleuze a Marx- no es algo que un dialéctico pueda reprochar a otro, es el carácter fundamental de la propia dialéctica» {NF, 222). 20
La dialéctica no es un instrumento productivo, sino reproductivo, representativo. 20
El esclavo no quiere acabar con la relación amo-esclavo, sino que quiere ocupar otro lugar en esa relación. 21
«Las relaciones son interiores al Todo» 22
Por ello, tanto el señor como el esclavo hegelianos son débiles, por cuanto no son capaces de desarrollar toda su potencia, sino que se hallan presos en la red de unos papeles previamente establecidos. 22
Sólo la afirmación es capaz de encontrar la grieta que conduzca a un Exterior no totalizado, sólo la afirmación puede producir la desvinculación de una obra ya demasiado representada en sus diferentes versiones. 22
La producción de valores es una tarea afirmativa en la que, desde la inmanencia de uno mismo frente a la transcendencia del Todo, el sujeto se expresa en su potencia, sin un papel previamente definido, más que el de dar rienda suelta a su propio ser. 22-23 ¿?
donde aparece la Diferencia, cuya aparición resulta imposible en el seno de la dialéctica 23
La nueva imagen del pensamiento se caracteriza, fundamentalmente, por su carácter productivo, afirmativo. 26
el filosofar es la tarea misma de producción de la verdad. 26
el pensar se produce desde unas determinadas condiciones de posibilidad, pues, tal como recuerda
Mengue, «el pensamiento no piensa más que forzado» (Mengue, 122). 27
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¡Luchemos contra el imperialismo cultural!
La democracia [o la política] no es ni esa forma de gobierno que permite a la oligarquía reinar en nombre del pueblo, ni esa forma de sociedad regida por el poder de la mercancía. Es la acción que sin cesar arranca a los gobiernos oligárquicos el monopolio de la vida pública, a la riqueza, la omnipotencia sobre las vidas. Es la potencia que debe batirse, hoy más que nunca, contra la confusión de estos poderes en una sola y misma ley de dominación. […] La democracia está tan desnuda en su relación con el poder de la riqueza como con el poder de la filiación, que hoy viene a secundarlo o a desafiarlo. No se funda en ninguna naturaleza de las cosas ni está garantizado por ninguna forma institucional. No la acarrea ninguna necesidad histórica y ella misma no es vehículo de ninguna. Solo se confía en la constancia de sus propios actos. Hay motivos para que la cosa dé miedo, y por lo tanto odio, en quienes están habituados a ejercer el magisterio del pensamiento. Pero en los que saben compartir con cualquiera el poder igual de la inteligencia puede suscitar, a la inversa, coraje y, por lo tanto, alegría.
Rancière, J., El odio a la democracia, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2006, pp. 136-38.
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“El arte emana del sentimiento de que la vida del más acá [terrena] es la verdadera vida , de que lo finito es lo infinito; emana del entusiasmo por un ser determinado, real, en tanto que el ser supremo, en tanto que el ser divino”.Feuerbach, L. Tesis provisionales para la reforma de la filosofia, p. 70.
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“Todo Estado es oligárquico. […] Vivimos en Estados de derecho oligárquicos, es decir, en Estados donde el poder de la oligarquía está delimitado por el doble reconocimiento de la soberanía popular y de las libertades individuales” (RANCIERE, J., El odio a la democracia, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 2006, pp. 103 y 106)
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Citas de la Ciencia de la Lógica de G. W. F. Hegel:
La ciencia pura presupone en consecuencia la liberación con respecto a la oposición de la conciencia [y su objeto]. Ella contiene el pensamiento, en cuanto éste es también la cosa en sí misma, o bien contiene la cosa en sí, en cuanto ésta es también el pensamiento puro . Como ciencia, la verdad es la pura autoconciencia que se desarrolla, y tiene la forma de sí misma, es decir que lo que es en sí y para sí es concepto sabido, pero el concepto como tal es lo que es en sí y para sí.
“’Pensar’ es una expresión que aplica con preferencia a la conciencia la determinación contenida en ella . Pero, cuando se dice que hay en el mundo objetivo entendimiento y razón , que el espíritu y la natu¬raleza tienen leyes universales, según las cuales se realizan su vida y modificaciones, se acepta que las determinaciones del pensamiento tienen asimismo valor y existencia objetivos”.
“La realidad de algo sólo está en su concepto ; en cuanto es distinto de su concepto, cesa de ser real y se convierte en algo nulo . Su aspecto de palpabilidad y su sensible ser fuera de sí pertenecen a este lado negativo”.
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Citas de La dialéctica de la naturaleza de F. Engels
“…aquella vacua teleología wolffiana según la cual los gatos habían sido creados para comerse a los ratones, los ratones para ser comidos por los gatos y la naturaleza toda para poner de manifiesto la sabiduría del creador”. (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, pp. 7-8)
Tal parece como si en la ciencia se quisiera aplicar también ese postulado del Estado moderno según el cual se supone a todo ciudadano con capacidad para juzgar acerca de cuantos problemas se someten a su voto o el postulado de la economía en el que se parte de que todo consumidor conoce al dedillo cuantas mercancías necesita adquirir para su sustento. Todo el mundo puede, al parecer, escribir acerca de todo, y en eso consiste cabalmente la “libertad de la ciencia”: en escribir con especial desahogo de cosas que se ignoran en absoluto, considerando esto como el único método científico verdaderamente riguroso. (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, pp. 21-22).
…el pensamiento teórico sólo es un don natural en lo que a la capacidad se refiere. Esta capacidad tiene que ser cultivada y desarrollada; y, hasta hoy, no existe otro medio para su cultivo y desarrollo que el estudio de la historia de la filosofía. (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, p. 23).
Por lo que a la dialéctica se refiere, hasta hoy sólo ha sido investigada detenidamente por dos pensadores: Aristóteles y Hegel. Y la dialéctica es, precisamente, la forma más cumplida y cabal de pensamiento para las modernas ciencias naturales, ya que es la única que nos brinda la analogía y, por tanto, el método para explicar los procesos de desarrollo de la naturaleza, para comprender, en sus rasgos generales, sus nexos y el tránsito de uno a otro campo de investigación. (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, pp. 23-24).
>Pero una nación que quiera mantenerse a la altura de la ciencia no puede desenvolverse sin contar con un pensamiento teórico. (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, pp. 25).
Hoy, todos estamos de acuerdo en que la ciencia, cualquiera que ella sea, natural o histórica, tiene necesariamente que partir de los hechos dados y, por tanto, tratándose de ciencias naturales, de las diversas formas objetivas de movimiento de la materia;* estamos de acuerdo, por consiguiente, en que en las ciencias naturales teóricas no vale construir concatenaciones para imponérselas a los hechos, sino que hay que descubrirlas en éstos y, una vez descubiertas, y siempre y cuando que ello sea posible, demostrarlas sobre la experiencia. (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, p. 27).
…ley del trueque de la cantidad en cualidad, y viceversa; (en la primera parte de la Lógica, en la teoría del Ser) ley de la penetración de los contrarios; (ocupa toda la segunda parte, con mucho la más importante de todas, de su Lógica, la teoría de la Esencia) ley de la negación de la negación. (figura como la ley fundamental que preside la estructura de todo el sistema) (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, p. 41).
I. Ley del trueque de la cantidad en cualidad, y viceversa. Podemos expresar esta ley, para nuestro propósito, diciendo que, en la naturaleza, y de un modo claramente establecido para cada caso singular, los cambios cualitativos sólo pueden producirse mediante la adición o sustracción cuantitativas de materia o de movimiento (de lo que se llama energía). (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, p. 42).
“Así, por ejemplo, vemos que el grado de temperatura del agua es, al principio, indiferente por lo que se refiere a su fluidez líquida; pero, al aumentar o disminuir la temperatura del agua fluida, se llega a un punto en el que este estado de cohesión cambia y el agua se convierte, de una parte, en vapor y de otra parte en hielo” (Hegel, Enzyklopädie, Obras completas, tomo VI, pág. 217, citado por Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, p. 44)
En una palabra, las llamadas constantes de la física no son, en la mayoría de los casos, otra cosa que indicaciones de puntos nodulares en que el «cambio», la adición o sustracción cuantitativa de movimiento, provoca un cambio cualitativo en el estado del cuerpo de que se trata; en que, por tanto, la cantidad se trueca en cualidad. (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, p. 44)
Podríamos decir que la química es la ciencia de los cambios cualitativos de los cuerpos como consecuencia de los cambios operados en su composición cuantitativa. (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, p. 44)
El movimiento, en el sentido más general de la palabra, concebido como una modalidad o un atributo de la materia, abarca todos y cada uno de los cambios y procesos que se operan en el universo, desde el simple desplazamiento de lugar hasta el pensamiento. (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, p. 47)
La forma fundamental de todo movimiento es, según esto, la aproximación o el alejamiento, la contracción o la expansión; en una palabra, la vieja contraposición polar de atracción y repulsión. Hay que advertir expresamente que la atracción y la repulsión no se conciben, aquí, como lo que se llama “fuerzas”, sino como simples formas de movimiento. No en vano Kant concebía ya la materia como la unidad de atracción y repulsión. Qué ocurre con las “fuerzas”, lo veremos más adelante. (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, p. 49).
La idea de fuerza está tomada, como todo el mundo reconoce (desde Hegel hasta Helmholtz), de las actividades del organismo humano dentro de su medio. En este sentido, hablamos de la fuerza muscular, de la fuerza de levantamiento del brazo, de la fuerza de la pierna para saltar, de la fuerza digestiva del estómago y del intestino, de la fuerza sensitiva de los nervios, de la fuerza secretiva de las glándulas, etc. En otras palabras, para ahorrarnos el trabajo de indicar la causa real de un cambio provocado por una función de nuestro organismo, le atribuimos otra ficticia, una llamada fuerza en consonancia con el cambio que se opera. Este cómodo método lo trasladamos luego al mundo exterior e inventamos, así, tantas fuerzas como fenómenos existen.
En esta fase tan simplista se encontraban las ciencias naturales (exceptuando tal vez la mecánica celeste y terrestre) todavía en tiempo de Hegel, quien tronaba con toda razón contra la manera que entonces se seguía para indicar las fuerzas (citar el pasaje).8 Y lo mismo, en otro lugar: “Vale más (decir) que el imán tiene un alma” (a la manera como se expresa Tales) “que decir que posee la fuerza de la atracción; la fuerza es una especie de propiedad separable de la materia, que se representa como un predicado; en cambio, el alma es este movimiento suyo, idéntico a la naturaleza de la materia” (Geschichte der Philosophie, I, pág. 208). (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, p. 57).
Todos los procesos de la naturaleza tienen dos caras, puesto que descansan sobre la relación entre dos partes actuantes, por lo menos, la acción y la reacción. (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, p. 59)
Lo que demuestra, en efecto; que las leyes del pensamiento y las leyes naturales coinciden necesariamente entre sí cuando se las conoce de un modo certero. (Engels, F., Dialéctica de la naturaleza, www.infotematica.com.ar, p. 191).